Ese texto lo rescaté del archivo TAR del WEB de Sistemas Abiertos SA (SaSa).
Intenta en 1995 un reseña con perspectivas hacia el siglo XXI en cuanto al cambio de paradigmas en colectar, almacenar y distribuir información.
A la vez intenta reflexionar sobre la importancia de la información en y para el desarrollo de Nicaragua.
Leyéndolo de nuevo 15 años mas tarde.. me parece que no andaba tan despistado, no en las proyecciones del desarrollo tecnológico, ni en la persistencia de problemas más de fondo que aún 15 años más tarde no hemos superado
Fue presentado en ocasión del día de Bibliotecario organizado ANIBIPA, Asociación Nicaragüense de Bibliotecarios y Profesiones afines.
Termina con el perfil de una Maestría en Gerencia de Sistemas de Información como rescate/extensión de la carrera en Bibliotecología, que la UCA había cerrada ese mismo año.
Cabe señalar que hay muchas universidades del más alto prestigio como Harvard, Yale, Stamford, George Town, Heidelberg, Berlín, Múnich, las que ofrecen carreras de maestría con ese enfoque, pero NINGUNA en Nicaragua (lo que habla por si mismo).
PS: Cornelito que aparece en la ponencia con sus 5 años, hoy estudia como Cornelio J. Informática en Alemania ..
SISTEMAS DE INFORMACIÓN
por Cornelio Hopmann. Ex-Catedrático de la UNI. Managua, Nicaragua. 1995
Las modernas tecnologías del manejo de información, partiendo del manejo de grandes volúmenes de información alfanumérica centralizada en los años 70, se dirigen en los 90 hasta sistemas integrados de multimedia, distribuidos a nivel mundial, más preciso en el primer mundo y en el mundo emergente (países semi-tecnificados desde Rusia hasta Costa Rica). En el primer mundo tienen como base una cultura escrita, organizada y formalizada en proceso de perfección desde casi 200 años. La cultura de Nicaragua es una cultura verbal, informal y con poco nivel de organización social, típica de países de producción agrícola extensiva del siglo pasado. Como conjugar esta contradicción.
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La Tecnología del Siglo XXI
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Sistemas de Información versus Archivos
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Arquitectura de un Archivo clásico
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Medios de un archivo clásico y la incidencia de la computadora
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Los Archivos de siglo XXI
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Conclusiones de la primera parte
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La Nicaragua del Siglo XIX
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Los objetivos de Sistemas de información
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Registros manejados por amanuenses
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Producción de información, pero para el exterior
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Los Hoyos Negros de Información
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Información que no importa o no tiene importancia
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Saber qué y a quién vender o de quién comprar
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Llegar al siglo XX antes que llegue el siglo XXI
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Hace falta información
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Quién -de verdad- necesita información
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Una propuesta: La maestría en Gerencia informática
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Resumen
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Objetivos
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El papel de la Sociedad Civil
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Epílogo: Entre el país de mis padres y el país de mis hijos
Antes de todo hay que estar claro que 'Sistema de Información' no debe entenderse como nombre moderno de Archivo, Registro, Biblioteca o Centro de Documentación ya conocidos, mucho menos debería considerarse un 'Sistema de Información Nacional' como una especie de Archivo de las Indias, al nivel de Nicaragua y a finales del siglo XX, donde el modelo histórico para su tiempo era muy bien organizado y completo.
El Archivo tradicional sirve exactamente para lo que dice su nombre, es decir, archivar hechos y sucesos como algo que ya pasó, el Registro sirve para dar formalidad -registrar- algo sucedido de todas formas, y la Biblioteca o el Centro de Documentación sirve para centralizar en un lugar, datos y noticias otra vez ya comprobadas y por tanto del pasado. A diferencia un Sistema de Información pretende incidir vía la toma de decisiones en el futuro. Por tanto, mientras los primeros pueden limitarse a garantizar consistencia, coherencia y cobertura de los datos almacenados, un sistema de información tendrá que definir sobre qué decisiones de quién quiere incidir, cómo y con qué fines.
Es obvio, como vamos a ver más adelante, que donde ni siquiera el nivel de Registro y Archivo funciona en forma satisfactoria, no puede tampoco, funcionar un Sistema de Información satisfactoriamente. Menos obvio es, que una modernización de las técnicas de almacenamiento y acceso no convierta Centros de Documentación o Bibliotecas en Centros de Información. Como eficiencia y eficacia de un Sistema de Información no se mide por cantidad y cobertura de los documentos recolectados, sino por el efecto neto real sobre decisiones reales, entonces -pienso- habría que cambiar de enfoque: La demanda debería ser el enfoque principal y no la oferta.
En Nicaragua han habido en los últimos 20 años un sinnúmero de intentos bien intencionados de mejorar la oferta, sin que ellos hubieran dejado resultados profundos en mejorar el aprovechamiento, es decir, la demanda. A veces tales intentos tenían como punto de salida más bien el desarrollo fuera de los requerimientos internos; la onda de Sistemas Nacionales de Información comenzó a correr en Europa hace 17 años, los Management Información Systems -el precursor del sector privado- hace 25 años. Esto no quiere decir que debemos ignorar lo que pasa afuera y que debemos quedarnos en los tiempos de comunicación por tambores y papiro, mientras todo el mundo usa el teléfono digital y fax. Pero tampoco debemos ignorar que Nicaragua es Nicaragua, con su historia social, cultural y económica, la que ignorándola o [a]saltándola nos condena de previo a otro fracaso.
La ponencia tiene tres partes: Una parte futurista, una parte reflectiva y algunas propuestas limitadas. Mientras la primera tiene tono optimista, la segunda intenta hacer hincapié en que nuestro problema fundamental no es como importar nueva tecnología y aprender como manejarla técnicamente, si no cambios urgentes mucho más de fondo en como actuamos y administramos el país. Así, esta segunda parte, parece como si fuera más pesimista. En la tercera quiero hacer algunas sugerencias como salir adelante y más importante como no hacerlo.
Aunque es cierto que hay una diferencia fundamental entre funcionalidad y propósitos de un archivo -subsumiendo ahí desde del Archivo y Registro hasta la Biblioteca y el Centro de Documentación- y un Sistema de Información -como he dicho, lo primero para documentar el pasado, el último para incidir sobre el futuro- parece conveniente profundizar un poco sobre algunos conceptos básicos de los primeros.
El Archivo clásico parte de la idea de centralizar en un lugar todos los documentos, que se refieren a una cierta área. Salvo en el caso de los registros públicos (Registro Civil, Registro público), el Archivo clásico no controla la veracidad de la información, si no solamente la autenticidad, es decir verifica solamente, que quien pretende ser autor de la información, en verdad lo es, pero no si el dice la verdad. Aún en el caso de los Registros, se intenta de comprobar solamente la consistencia y coherencia de la información con otra ya almacenada y no, si esta concuerda o no con la realidad. Solamente si hay otros mecanismos, fuera del ámbito propio del Archivo, que garantizan la veracidad de los documentos, así como coherencia y consistencia, solamente entonces un Archivo se convierte en un lugar centralizado de información.
El Archivo clásico sustituye los conceptos de veracidad, coherencia y consistencia por el concepto de cobertura, partiendo de la idea de que al tener todos los documentos disponibles completos, el mismo usuario del archivo puede deducir a su criterio la información veraz. Por eso los archivos, bibliotecas y centros de documentación están en búsqueda constante, de como ampliar la cobertura. No obstante un archivo tradicional hace solamente una oferta de informarse, no informa. El cliente tiene que acceder al lugar central, buscar documentos según capacidad y talento y, extraer de ellos la información.
El medio tradicional del archivo clásico es el papel en sus distintas formas: Como documento original o copia, como libro, reporte, revista, etc. El papel sigue siendo el medio fundamental, aún cuando se complementa con otros como medios audiovisuales o -para ahorrar espacio de almacenamiento- Microfilm.
Dado la sustitución del concepto 'veraz' por el concepto 'completo', resulta crucial para la utilidad de un archivo, de que el cliente encuentre todos los documentos disponibles. Para tal propósito, desde de los tiempos viejos de la Biblioteca de Alexandria, se han desarrollado técnicas de clasificación, indexación y de catálogo para facilitar al cliente el acceso a los documentos.
Es ahí donde la computadora, casi desde sus inicios, ha tenido mayor incidencia: Por su propia característica de ordenar rápidamente bajo criterios formales datos una vez almacenados, facilita el acceso desde una gran variedad de ángulos y además permite desligar los métodos del manejo físico y de la ubicación fisca de los documentos referidos y los de criterios de clasificación por contenido: Antes se tenía que decidir donde ubicar bibliografía: sobre ácidos cítricos, en los estantes o de Química o de Biología, hoy no importa, porque la computadora la puede encontrar de igual forma. Tal como en los catálogos viejos, depende de la capacidad profesional de los bibliotecarios y archivadores, que la información sobre información -la meta-información- manejada por computadora, sea completa y concuerde con los documentos en existencia.
La computadora facilita además dar un paso hacia adelante: En el sistema tradicional el cliente interesado tendría que aprender primero cómo adaptarse a las técnicas de clasificación y búsqueda una vez establecidas. Usando la computadora y sistemas apropiados, se puede más o menos fácil diseñar e implementar sistemas de catálogo, que se adaptan a capacidades y expectativas de diferentes tipos de usuarios. Es así, que también en Nicaragua se ha ampliado el uso del Sistema Microisis en los últimos años.
Con la computadora a la vez, por lo menos técnicamente, se ha abierto la posibilidad de compartir la meta-información de los catálogos, de tal forma que el cliente puede informarse de la existencia de un documento, antes de hacer un pedido y acceder físicamente al lugar, donde están estos físicamente. Vía módem u otras vías de acceso remoto, se puede consultar catálogos e índices a larga distancia, las distribuciones de disco óptico por las grandes bibliotecas del mundo (Library of Congress, British National Library, Deutsche Bibliothek) con su gran capacidad de almacenamiento facilitan el acceso local, cuando por costo el acceso remoto se prohíbe.
Obviamente el beneficio del avance tecnológico tiene sus costos y condiciones: Los archivadores, documentadores y bibliotecarios tienen que asimilar las nuevas técnicas, hay que hacer inversión en equipos y sistemas y por ende hay que garantizar compatibilidad, tanto a nivel de sistemas usados como a nivel de reglas de cómo usarse.
Caben algunas observaciones complementarias.
Este uso de la computadora:
1. no cambia función ni funcionalidad de un archivo, es decir, no convierte un archivo en un sistema de información, mucho menos en un sistema de información automatizado
2. no cambia la forma de estos documentos mismos, sino solamente cambia las formas de acezar documentos
3. ha provocado en Nicaragua que los archivadores, documentaristas y bibliotecarios se sientan forzados a convertirse en técnicos informáticos empíricos, luchando contra las limitaciones de máquinas pequeñas, MS-DOS y Microisis, descuidando por tanto un poco su verdadera función, dado la carencia en su momento de recursos, tanto humanos como materiales.
Lo que vemos en países de mayor desarrollo en los últimos años, en el uso de la Informática en Sistemas de Información, constituye un cambio dramático en la funcionalidad de un Archivo: La capacidad de almacenamiento, distribución y procesamiento de datos en forma digital se ha multiplicado por el factor 10,000 en los últimos 20 años, si tomamos en cuenta la relación capacidad/precio, el factor anda por el orden de 1 millón!. Entonces, ya no es meta-información -los catálogos e índices-, que se maneja por computadora, si no se comienza a manejar la información misma por la computadora. Además, mientras antes la información escrita y la información audiovisual se almacenaba por aparte, ahora la misma computadora permite manejo y acceso en forma integral. Esto es lo que se llama Multimedia.
-Voy a insertar aquí una pequeña demostración, de que se trata-
Esta parte no se puede reproducir en papel: era un Show en diferentes formas de multimedia, incluyendo uso de enciclopedias multimedia y acceso en línea con interfaz gráfica a Internet y sus recursos, proyectado por un Dataproyector a una pantalla de 3x3 metros y con sonido en estereo.
Obviamente la demostración les dejó con ciertas preguntas:
1. Qué tan caro es usarlo ?
El equipo que hemos usado aquí y hoy, le costó a la UNI (la GVC como financiador) alrededor de 12,000 US$, 3,200 la computadora y 8,000 el proyector. Tales precios van a bajar dentro de los próximos 3 años a 1,000.- (la computadora) y 3,000.- el proyector, donde por el uso casero o individual ya basta la computadora.
2. Cuánto cuesta producir ?
Con una inversión adicional de 5,000 ahora (2,000 dentro de 3 años), se obtiene la capacidad de un estudio de multimedia, que permite producir Información multimedia, con otros 5,000 ahora (2,000 dentro de 3 años) se tiene la capacidad de reproducir CD-ROM a escala media (10-1,000) a un precio neto de producción por unidad de 50 US$.
3. Que tan difícil es el manejo como cliente de multimedia ?
Mi hijo Cornelito, de 5 años, 'juega' con esta computadora (y otra más sencilla en casa) en forma independiente y no supervisada, aunque no sabe leer y está lejos de ser un genio.
4. Que tan difícil es la producción?
No puedo contestar en base de experiencia por ahora, pero sospecho que la dificultad principal no radica en la tecnología, si no en el uso adecuado
Cabe señalar, que Multimedia y sus costos bajos afectan ya en forma sustancial la disponibilidad de información: Gran parte de información científica/técnica, que antes se publicaba en forma escrita y en papel -Manuales, Guías de Mantenimiento, Catálogos, Estándares, Handbooks hasta Enciclopedias- ya no están disponible en forma tradicional (o solamente a costos sustancialmente más altos y desactualizados). Esto nos deja en Nicaragua con pocas opciones: No adaptarse a Multimedia, nos cortaría a muy corto plazo el acceso a un 50% de la información actualizada en Tecnología, Ciencias, Medicina y Economía.
Debe añadirse, que Multimedia no solamente cambia por completo las formas tradicionales de almacenar información, encontrarla y usarla, sino ya ha cambiado las formas de distribución: Lo mismo que hemos visto ahora accesando la información localmente, por la tecnología de las redes se extiende a toda una nueva forma de distribución y acceso remoto. Esto va a ser parte de otra demostración el día de hoy.
Adelantando, quiero señalar que se estima que ya ahora un 30% de información técnica, científica y económica, ya se distribuye solamente vía Redes (como Internet), es decir, hay un tendencia cada día más impresionante de sustituir la publicación de un reporte por dar a conocer en qué computadora servidor se encuentra, de sustituir la revista mensual impresa por la revista continua electrónica, etc. Otra vez no nos quedan muchas opciones: No conectarse, nos deja de antemano fuera del desarrollo.
1. Aunque Archivos constituyen la parte central de sistemas de información automatizados, no son la parte medular para definir éxito o fracaso de tales sistemas.
2. Mientras hasta hace relativamente poco la computadora apareció solamente como elemento auxiliar en el manejo de meta-información, Multimedia y Redes la darán un papel clave en el manejo de la información misma. Nicaragua, se pena de aislarse aún más, no puede ignorar tal desarrollo.
4. Aunque bien intencionado por los organismos consultores en su momento, los intentos de usar tecnología barata -y por esto supuestamente apropiado- como XT, MS-DOS y Micro-Isis podría llevarnos hacia un callejón sin salida, puesto que no encajan (no son escalables ni se comunican) con el desarrollo internacional.
2. La Nicaragua del Siglo XIX
Como ya he dicho, el buen funcionamiento de un archivo, Centro de Documentación y una Biblioteca depende en gran manera de su personal, su cobertura y por ende, de la tecnología usada. Para un Sistema de Información, mucho más para un sistema automatizado, éstos son solamente condiciones necesarias pero están lejos de ser condiciones suficientes. Mientras un archivo puede limitarse a velar por la autenticidad de los documentos, la cobertura y, en algunos casos por la coherencia y consistencia de la información contenida en estos documentos, estas calidades más la veracidad son vitales e imprescindibles para un Sistema de Información. Una biblioteca se puede limitar a atraer sus clientes y darles cierto apoyo para obtener la información requerida. Para la eficacia de un Sistema de Información es vital, que tal información llegue oportunamente donde se toma decisiones y que la información se tome en cuenta.
Estas observaciones darán la pauta para toda la segunda parte de mi exposición. Pienso -con base en casi 10 años de experiencia en el país- que tenemos que cambiar nuestro enfoque. El problema básico no radica en la parte 'oferta de documentos', si no en la parte 'demanda de información', aspecto que trasciende el ámbito netamente y solamente de archivar, registrar y documentar.
Se hace esencial que lo documentado y la realidad por los menos se acercan, si no se logra la concordancia. Hay que objetivar y no solamente democratizar y descentralizar los procesos de toma de decisión, bajo pena de caer en una sociedad atomizada en caso contrario. Y por ende hay que cambiar las formas de acceso y de presentación de información, puesto que con medios y formas tradicionales, la gran mayoría de sujetos activos se quedará fuera del alcance de estos Sistemas, imposibilitando su eficacia. Vamos a ver que esto toca el fondo de como en Nicaragua, pensamos y decidimos, actuamos y administramos.
No puedo ofrecer soluciones, si no solamente un sinnúmero de interrogantes y problemas a resolverse o encaminarse para su solución, como partes de una política nacional de información.
Por razones que aquí no es el lugar apropiado para presentarlas, nuestro equipo en la UNI se vio forzado a buscar un nuevo marco institucional para nuestras actividades de consultoría, diseño, desarrollo y capacitación en Sistemas computarizados, marco fuera del contexto de la UNI. Decidimos crear un Sociedad Anónima -Sistemas Abiertos, S.A. -, para juntar el capital base necesario para esta actividad, forma que nos pareció además la más flexible para integrar a otros especialistas al proyecto.
No obstante, que nuestra empresa se dedicará a apoyar y ayudar en la asimilación de la tecnología de siglo XXI en Nicaragua, de repente nos encontramos en pleno siglo XIX: El primer choque fue la escritura del avocado y notario, que más bien pareció novela. Después nos dimos cuenta, que la ley nos obliga a llevar las actas de la sociedad por amanuenses, donde como computación en la UNI ya nos habíamos acostumbrado a tomar decisiones y documentarlas usando el sistema de correo electrónico. El susto fue mayor cuando se nos entregó los libros contables, el Mayor y el Diario, con sello en cada página para llevar la contabilidad, otra vez en forma manual. Preguntando si no se podría usar la Computadora para tal propósito, se nos respondió que esto requería de un permiso especial de la dirección de fiscalización del MIFIN y que -cosas de Ripley- en este caso debería llevarse una caja de papel forma continua a esta dirección, para que ellos les pusieran el número y sello obligatorio en cada página pero en blanco.
Yo podría anexar aquí el resumen de las investigaciones, que hemos hecho -en parte como proyectos de curso en Ingeniería de Software- sobre la situación real en Catastro físico y Registro público, que ambas trabajan completamente a mano. Podría hablarles de la situación del Registro Civil de las personas y su forma de organización -copia fiel de los libros de bautismos, bodas y entierros de los curas del siglo pasado. Basta una sola cifra: Nosotros calculamos que solamente la parte técnica de poner al día y consistente Catastro y Registro Público de las propiedades, implicaría unos 4,000 años/hombre de trabajo.
Puedo incluir un sinnúmero de ejemplos más: sobre la falta de coordinación, resultando en esfuerzos múltiples e incompatibles, sobre información recogida con mucho esfuerzo y perdido en forma irrecuperable por falta de atención a tiempo, sobre intentos usar la computadora como varita mágica de supuestas soluciones donde ni siquiera la Corte Suprema sabe como desenredar las cosas.
Podría hablarles de las influencias de las Agencias de Desarrollo, que no obstante sus buenas intenciones, por ver solamente su proyecto, fraccionan los sistemas existentes de información del país cada día más, donde coordinación e integración -no confundirse con centralización- deberían ser prioridad nacional, pero no quiero agotar su paciencia conmigo.
Si no comenzamos en serio -dejando la politiquería- a componer por lo menos los Registros más elementales del país y en forma coordinada, no veo futuro ninguno para un Sistema Nacional de Información, como techo de una casa sin fundamentos ni paredes.
Pero las cosas están peor aún : Por la ley la computadora e Informática en Nicaragua ni siquiera existen, ni en Contabilidad, ni en Derechos de Autor, ni en nada. Mientras desde afuera se me consulta si las nuevas leyes de protección del bancos de datos -en preparación por la CE- podrían afectar a Nicaragua, aquí nuestra base legal para recolectar información y administrarla es de hace 30, 40, 50 años.
Una de las actividades de mayor impacto social -de cierta forma el sostén de toda la sociedad- es la producción. No obstante, desde hace casi 15 años la actividad económica de mayor impacto global en Nicaragua no es la producción financiada por ahorro interno, si no la cooperación externa en sus diversas formas. Hasta para la reactivación misma de la economía confiamos más en la inversión extranjera -y por tanto el know-how extranjero- que en la capacidad nacional.
Por lo menos en el sector público o en el segmento financiado por el sector público, hemos entrado en un círculo vicioso: Como la fuente principal de inversión es el capital extranjero, éste a la vez es el destino principal de la información recolectada, tanto en forma escrita como en forma de conocimiento acumulado de los asesores extranjeros. Este círculo por sí solo ya prejuicioso, se viene reforzando por mecanismos del subdesarrollo sostenido, más directo: Las ofertas de préstamos en capital vienen ya acondicionados con que tal ayuda debe convertirse de antemano en contratos de asesoría y desarrollo para especialistas del país donante. Por otro lado -sea por egoísmo institucional ,sea por no tener fondos presupuestarios propios disponibles- las mismas instituciones nacionales receptoras prefieren al especialista extranjero antes que formar un potencial nacional. Se estima que como mínimo un 20% de la ayuda externa -en gran mayoría préstamos- sirva para acumular información en el exterior sobre Nicaragua y a cuenta de Nicaragua, que no es ni será accesible ni para Nicaragua ni por Nicaragua.
Otra vez podría contarles de una larga lista de ejemplos, que cubren todas pero todas las áreas, desde la economía hasta el medio ambiente, y en cada caso hablarles de un proyecto concreto con resultados concretos pero en el exterior, pero otra vez no quiero agotar su paciencia.
Debería darse por tanto, un cambio fundamental y drástico en la política de información del Ministerio de Cooperación Externa, del Banco Central y otros entes gestores de cooperación externa: Cualquier informe, resumen o trabajo de asesoría financiado a cuenta del país, debería ser documento público dentro del país. Solamente la copia para la contraparte nicaragüense no es suficiente, puesto que desaparece, cuando él se cambia de lugar de trabajo. A la vez debería hacerse obligatorio la participación de contrapartes nacionales en tales proyectos de asesoría, donde tal participación debería ser sujeto a licitación pública, para evitar el compartimiento de información por celos institucionales.
De un segmento completamente 'estatizado' bancos y servicios parecidos han cambiado por algo, donde desde de las casas de cambio hasta los bancos comerciales, el sector privado o casi-privado, define las pautas. No obstante de los cambios estructurales, en cuanto de política de información estamos como antes: Hay destinos de información -Superintendencia de los Bancos y Banco Central-, que para la esfera pública actúen como 'Hoyos negros': atraen la luz, pero no lo dejan salir. Como he trabajado en varios proyectos de asesoría para bancos, tanto estatales como privados- sé que hay un sinnúmero de informes y reportes, que deben entregarse diaria-, semanal-, quincenal- y mensualmente, sin que su resumen se publicara.
Aunque en lo general me opongo a imitar, en el mundo de finanzas si quisiera que hubiera más transparencia y publicidad como lo manda la ley en otros países: Enseñado por el colapso bancario ya de los años 30, reafirmado por el desastre de las Cajas de Ahorro y Préstamos en los EE.UU. a finales de los 80, que como Whitwater hasta arrastra al Presidente Clinton, y confirmado por los últimos escándalos bancarios en México, Perú y Venezuela, urge también en Nicaragua una política de información, que obliga al sector financiero a publicidad y no solamente campañas de publicidad. Por ejemplo, hay reglas de la Federal Reserve y de la Bankenaufsicht, que obligan entre otros, a funcionarios bancarios -estatales como privados- a anunciar antes de asumir su cargo cualquier posible elemento de conflicto de intereses. Esta información, aunque no publicada es pública, porque cualquiera puede informarse con las autoridades correspondientes y los periodistas no dependen de filtraciones y de sindicatos rebeldes para darse cuenta.
Puede suceder algo muy curioso: Que la DEA y el Federal Revenue Service tengan acceso más libre a esta información de la Banca nicaragüense que cualquier Nicaragüense mismo, esto, si el Gobierno firma los convenios de asistencia mutua en contra el lavado de dinero, que últimamente, el Gobierno y el Congreso de los EE.UU. ponen como conditio sine qua non para recibir asistencia para el desarrollo.
Esta política debería complementarse con una política de protección de los deudores, no en el sentido de la reestructuración y condonación permanente, si no en una presentación de condiciones de crédito veraz, estándar y comparable. Si en un país como Alemania se obligó a los bancos a una forma de presentación estándar de sus condiciones de crédito a particulares, porque aún los alemanes se enredaron entre primas, comisiones, intereses y pago del principal, mucho más en un país como Nicaragua se requiere de reglas más transparentes de información.
Quiero ilustrar mi punto de vista, contándoles un punto esencial de una conversación, que he tenido muy recientemente con el Gerente de Finanzas y Créditos de un nuevo banco privado, dedicado al financiamiento de la producción agrícola: Pregunta: Cómo obtienen ustedes la información necesaria para evaluar la solicitud de un crédito. Respuesta: Nuestro sistema computarizado es tan flexible, que podemos almacenar hasta el mas mínimo detalle del cliente, útil para tal evaluación. Pregunta: Y los clientes tienen la capacidad para aportar la información complementaria necesaria y ellos mismos saben interpretar el panorama de la información completa ? Respuesta: Tenemos nuestros técnicos para apoyar, pero en principio esto le corresponde al cliente.
-- No más comentarios.
Una vez más el sector de la Banca servía solamente de ejemplo, hubiera podido seleccionar el complejo de las licitaciones, el de las licencias de cualquier índole -importación, exportación, explotación-, el de las estadísticas de salud, de las estadísticas educativas, etc. En cualquier área económica, comercial, fiscal o estatal, que a ustedes se les ocurriera, sospecho que tengo ejemplos de información que debería ser pública, que no obstante se maneja compartimentada y por lo menos semi-secreto.
Otros países -como los EE.UU.- tienen con el Freedom of Information Act una ley, que obliga al estado de dar acceso a información original y no solamente filtrada. En Nicaragua tal derecho llegó hasta la constitución y no más.
Hablando del contexto 'industrial', incluyendo los servicios altamente tecnificados -como Energía Eléctrica y Telefonía- muchos pedidos por información no se hace a nivel nacional, puesto las decisiones claves se toman fuera del país. Los pocos restantes -pedidos por información nacional- ya no se hace, puesto que ya se sospecha de antemano que tal información nacional no la hay, no la hay actualizada, no la hay en forma despolitizada o se le maneja todavía como secreto de estado (véase arriba).
Hablando del contexto de la mediana y pequeña producción, de ahí no se hace preguntas por información, porque ni siquiera se sabe a quién dirigir la pregunta de tal forma, que se reciba un respuesta 'asimilable', es decir, de acuerdo a nivel y capacidad socio-cultural del preguntante. Como agravante suele suceder, que no hay preguntas del por qué los pequeños y medianos productores ni siquiera saben que hay alternativas para ellos -tanto en el qué producir como en el cómo producir. Entonces, todo parece ya definido y no hay decisión que tomar.
Hay por otro lado, una falta tremenda por el lado de los 'informadores': Nadie ha recogido -y sea en forma ejemplar pero profunda- como esta gente produce, qué nivel de 'alfabetización', qué nivel de organización tienen, etc. Lo que hay son datos económicos -que ineficiente y que poco competitivo producen-, noticia que solamente sirve para pronosticar el éxito fatal cercano de esta pequeña y mediana producción. Para el gobierno anterior la forma de producción de este segmento era obsoleto -soñaron mejor ya con la gran industria socializada-, para el gobierno actual, es más un problema de atención social que un problema de desarrollo sostenible.
Hablando del contexto 'agro', otra vez tenemos dos segmentos bien separados: El segmento de los 300 -aquellos que han absorbido la mayor parte del crédito del BANADES- y el segmento de los 50,000 productores pequeños y medianos. Tal como en el contexto 'industria', los grandes tienen sus 'conectes' bien establecidos, tienen sus agentes en el exterior, etc. por tanto raras veces hay pedidos por información nacional: Ramiro Guardián, el exportador principal de bananos del país, no necesita un Sistema de Información nacional para saber que el sistema de cuotas acordado entre la Comunidad Europea y Países productores de bananos le seguirá permitiendo exportar como BANANIC, empresa nica, plátanos ecuatorianos.
Solamente cuando un cambio brusco afecta a todos por igual, como en el caso de la caída del cultivo de algodón, o cuando un problema acumulado por largo tiempo pone en peligro a toda una región, como en el caso de los residuos de las pesticidas de este cultivo, entonces sí se busca información del qué y cómo hacer a nivel nacional, para encontrarse con que tal información no la hay: Nadie tiene un inventario de pesticidas usados en Nicaragua en los últimos 30 años, nadie ha buscado de antemano información afuera de como tratar residuos, no hay un registro tipificando suelos y cultivos aptos para estos suelos, ni mucho menos una evaluación a medio/largo plazo del beneficio económico y del impacto ecológico de tales alternativas. (Me disculpo de antemano por ser solamente mal informado).
Hablando del otro segmento, el de los 50,000, la situación es igual hasta peor como en el caso de la pequeña y mediana producción industrial: encima de 'producción campesina - mundo desconocido', es decir, una producción ignorada en su lógica propia por las mismas razones como en el caso industrial por ambos gobiernos, chocamos con gente, que en muchas ocasiones no llegaron más allá del 4o. grado de una primaria rural, es decir, personas que sí dominan su oficio pero -técnicamente hablando- son analfabetas funcionales. Solamente suponer que los cafetaleros entre ellos llevan una contabilidad para llenar al fin del año fiscal una declaración de impuestos sobre la renta para entregarla en Managua, me parece más del país de Kafka que de Nicaragua. Entonces como hablarles de rentabilidad de cultivos, de inversiones a largo plazo, de alternativas, etc.
Hay un elemento más -igual como en la producción industrial mediana y pequeña- los actores, producentes, vendedores y compradores, actúen en contextos muy limitados, los que raras veces se extienden más allá de la comarca o ciudad. No obstante y de hecho están afectados por la economía global del país y del país dentro de una economía globalizada, pero los efectos les vienen en forma tan indirecta, que la información global para ellos no se relaciona con la situación local y concreta.
Tal como para la producción industrial nos encontramos entonces con un dilema: Los que pueden asimilar la información tal como y donde tradicionalmente la presentamos, no la necesitan porque andan informándose por otras vías, los que la requieren, no la encuentran donde y cuando la necesitan y no la encuentran en formas, las que hacen que tal información les sirva realmente.
Otra vez, podría hablarles de situaciones parecidas en otras esferas, en lo particular Salud, Educación y Medio Ambiente, pero otra vez no quiero agotar su paciencia.
Aún las empresas más grandes de Nicaragua son empresitas en términos de la economía mundial. Hasta un productor de café tan grande como Colombia, montó por el país, pero a nivel mundial, durante años una campaña publicitaria 'Café de Colombia'. No obstante, el orgullo dariano de los nicaragüenses por el país pequeño que grande se suena, afuera Nicaragua, no es marca ni para productos ni para servicios.
La definición de posibles mercados en el exterior para nuestros productos y servicios depende de dos fuentes de información: Una fuente externa -que analiza mercados y nichos de mercado para Made in Nicaragua- y otra, que analiza nuestro potencial propio. Lo que veo y oigo es otra cosa: Montar una industria de maquillaje como la tiene (tenía) Honduras, montar computadoras como Taiwan, exportar frijoles a México como Guatemala, atraer el Turismo Ecológico como Costa Rica y así enseguida. Por un lado entonces, pura imitación y por otro lado enfocado, salvo en el último, en productos y mercados, donde solamente nuestra miseria nos da por cierto tiempo ventaja comparativa. Es decir, con nuestra propia forma de actuar, reafirmamos nuestra posición en la cola de las Américas.
Mientras la industria de maquillaje se mueve de país a país en cuestión de meses, puesto que no tiene absolutamente nada nacional, desarrollar mercados es cuestión de decenios: Costa Rica no comenzó antier a proyectarse como paraíso para turistas, yo ya oí hablar de Costa Rica como 'paraíso para turistas' - por mi maestra en la secundaria hace más de 28 años. Por tanto, quisiera conocer un estudio 'Mercados de Nicaragua en el año 2015' -año de mi jubilación- más los elementos de información clave de tal estudio.
Lo mismo sucede en las compras: Mientras otros obligan a los proveedores de productos industriales y servicios profesionales, que tales productos cumplan por lo menos los estándares internacionales bien flojos o mejor hasta los estándares del país de origen, aquí a veces ni siquiera se sabe que tales estándares existen. Puede argumentarse que -como productos y servicios nos vienen financiados por ayuda externa- no estamos en la posición de poner condiciones. No obstante los adquirimos a cuenta nuestra y del país y tenemos que rendirle cuenta algún día a nuestros hijos por los compromisos adquiridos.
Porque aceptamos que la Comisión Federal de Aviación nos certifica el areopuerto, la Comisión Federal de Drogas y Alimentos los mataderos y así enseguida, y no exigimos como parte normal del proceso de desaduanaje el certificado de 'inofensivo para niños' para los juguetes, el cinturón de seguridad en los vehículos y así enseguida.
Porque aceptamos como 'inevitable' la compra de equipo de cómputo y de sistemas computarizados en el sector público, que en los países 'donantes' ni siquiera entrará por la puerta trasera. Y porque por ende aceptamos 'licitaciones' prefabricadas por asesores, donde hace falta solamente poner el nombre de la empresa extranjera ganadora como parte ya de la licitación, cuando el mismo asesor se fuera a la cárcel, si prepara semejante licitación en su país de origen ?
Hace falta no solamente, que estemos mejor informados, si no que también hace falta la voluntad de exigir a cualquiera, que nos compra y venda productos o servicios, que él cumpla con las reglas del juego, tal como se lo se exige en su país de origen. Puedo asegurarles, que proveedores y compradores si tienen toda la información, pero nos toman como bobos y cuando chocan con alguien como yo, que lo sabe y se les recuerda estas reglas de juego válidas allá, a veces se ponen rubios por vergüenza.
Uno de los argumentos más comunes que he escuchado en Nicaragua andan en que 'no se qué hacer, porque me falta información'.
Fue así, cuando comencé a trabajar en Nicaragua y de un modo u otro era cierto: Viendo de un Centro Nacional de Investigación con su abundancia de recursos para informarse -desde bibliotecas generales y especializadas hasta un sin numero de revistas- me sentía en Nicaragua como traslado a la luna, o lo menos a un desierto informativo.
Sucedió entonces, que agencias internacionales -como la UNESCO, el PNUD o la OMS- o los Centros Nacionales -CONACIT, Biblioteca Nacional, Centros de Documentación de las Universidades y otros- se apresuraban a traer información al país o recolectarla dentro del mismo. No obstante por un lado tal información no se aprovechaba, persistiendo por otro lado la queja del 'no se...'.
En el pequeño, tenemos el mismo fenómeno en las Universidades, donde en los últimos años la bibliografía se ha quintuplicado, hasta hay acceso en línea -en el caso de la UNI- a los tesoros de información a nivel mundial, no obstante, la queja 'no hay bibliografía' persiste.
Fue entonces, hasta hace poco, que entendí que tal frase debería pronunciarse de otra forma 'no se que hacer y por tanto me falta información'. Es decir, se esperaba que conjuntamente con la información llegara a la vez la receta del que hacer y al no encontrar la receta o se pidió más y más información ahogándose en ella o se dejó informarse por la frustración de nunca encontrar lo que uno buscaba.
Creo que este tipo de 'falta de información' más bien nos señala un fenómeno socio-cultural de retraso por decenios donde aquí no hay el lugar de un análisis, como este fenómeno se ha venido estableciéndose, aún más cuando hay autores que ya lo han analizado desde de una gran variedad de ángulos.
Podemos preguntarnos entonces quien en este país requiere en verdad de que clase de información para la toma de decisiones.
Primera repuesta: Todo el mundo esta tomando decisiones a cada rato, entonces todo el mundo requiere 'información'. Para mi esta repuesta es tan valida como inútil, como si se dijera todo el mundo bebe y por tanto todo el mundo requiere de agua, dejando por concluido con esta repuesta ya todo el análisis para identificar necesidades de servicios de agua potable y alcantariado.
Entonces, vamos a limitar el enfoque en el siguiente sentido:
Supongamos una persona X, que tiene varias alternativas de actuar enfrente de una situación concreta. Lo que esta persona requiere para decidirse, vamos a llamar 'información'. Podemos ampliar un poco, incluyendo el interés en saber cuales alternativas haya. Lo demás -la otra 'información'- en el caso positivo puede llamarse noticias, en el caso negativo ruido, noise como lo llaman lo teóricos de la comunicación técnica.
Así llegamos a la segunda repuesta, que más bien es pregunta: Cuales son las situaciones, cuales podría ser alternativas, y quienes son los actores, que requieren de esta clase de información. Todavía el espectro es muy amplio, porque incluye desde la pregunta que película se presenta en la próxima semana en la Cinemateca Nacional hasta como era el cierre del precio del café en la bolsa de futuros de Chicago el día de ayer. Por tanto nos vamos a limitar a actividades con cierto impacto social (en la sociedad), excluyendo actividades netamente privadas, aunque hay que anotar que en los EE.UU. y Europa ya hay toda una industria ofreciendo este tipo de información para actividades privadas.
Si nos limitamos entonces a 'Información para decidir que hacer' con impacto en la sociedad, entonces observamos, que en el habla nica 'tomar decisiones' no se asocia con 'ser informado' si no con 'tener poder'. Se suele decir que la persona X tiene el poder de tomar decisiones y no que X está lo suficientemente informado para tomar decisiones. No se separa -todavía- en el proceso de la toma de decisiones las diferentes fases: la recolección de información, la elaboración de alternativas, la elaboración de criterios y por ende la fase de decisión, es decir elegir entre alternativas, donde solamente este ultimo paso está sujeto a la voluntad [política].
Por tanto en todos -repito en todos- niveles de la sociedad nicaragüense a menudo se confunden hechos y condiciones así como consecuencias ineludibles con la voluntad de grupos y las intenciones de personas. Mientras los gobernados o administrados, al no separar lo objetivo de lo subjetivo, les echan la culpa de hechos y condiciones a los gobernantes y a los administradores, estos como funcionarios o representantes parecen creer a veces en el arte mágico de la palabra escrita: que ya la ley, el decreto o el acuerdo administrativo vayan a componer los factores objetivos. Esta fe en la magia de las palabras como funcionario público, lo acompañan con una profunda desconfianza en lo escrito, ellos mismos, pero esta vez como personas, porque la realidad ha comprobado más que una vez que los informes, estadísticas hasta las leyes y decretos eran puro cuento.
En resumen los procesos de decisión en el país parecen depender más de personas y sus relaciones que de información. Tal estructura lleva consigo que cualquier cambio en personas en cualquier nivel provoca, que todo un proceso de toma de decisiones se estanque y comience de nuevo: No es que la información de condiciones y consecuencias no fuera disponible, si no quien asume como nuevo, desconfía profundamente de la información encontrada. Además la parte más vital para el proceso real de toma decisión se ha ido con el funcionario anterior: los conectes y relaciones personales. Entonces no es que el funcionario saliente haya llevado consigo la información vital o la esconde por malintencionado, si no el mismo es esta información crucial para la decisión. Ninguna política nacional de información podría cambiar esto. Para esto tenemos primero salir de Maconda.
No es la tecnología que nos va a sacar de Maconda ni tampoco el uso de esta tecnología sino la renovación al fondo como se administra el país. Como me he desempeñado -por lo menos durante los últimos 9 años- como formador de recursos humanos, he intentado de plasmar algunas necesidades de cambio en forma de un programa de Maestría en Gerencia Informática. De esta propuesta voy a citar solamente las partes más importantes en el contexto de esta ponencia..
Con la MAESTRIA EN GERENCIA INFORMÁTICA se pretende formar a un gerente (o ejecutivo) con una visión clara del desarrollo tecnológico en informática esperarse en los próximos años, pero más importante aún, con un profundo conocimiento del impacto que puede tener este desarrollo para eficiencia y eficacia de gestión y administración en las condiciones de un país como Nicaragua, donde chocan en forma directa los avances tecnológicos de la postmoderna con el retraso de una sociedad semi-alfabetizada y de bajo nivel en cuanto de procedimientos formales.
Como campo de acción de estos ejecutivos no debe pensarse solamente en el desarrollo informático dentro de entidades, como entes del estado o empresas de producción y servicios -relativamente grandes en términos de Nicaragua, sino también en todos aquellos, que desde las instituciones de más diversa índole apoyan a la recuperación, reconversión, y desarrollo de la pequeña y mediana producción tanto del sector industrial como del sector agropecuario.
No cabe la menor duda que la asimilación de la informática en gestión y administración, en el sector tanto estatal como privado, constituyen un elemento clave para llegar a niveles de eficiencia y eficacia que le permitan a Nicaragua participar en una economía mundial cada vez más competitiva y abierta.
En vista de la caída vertiginosa de los precios de los equipos con la consecuente explosión de las micros aún en condiciones difíciles (de unos 900 equipos a inicios de 1990 en Nicaragua a más que 35.000 a la fecha) y tomando en cuenta el salto sin precedentes en la modernización de los servicios de comunicación (sustitución de la tecnología analógica obsoleta por tecnología digital de punta) no debe haber dudas tampoco que el escollo limitante principal no está en la inversión de capital sino en la ausencia de recursos humanos lo suficientemente capacitados para incorporar la nueva tecnología ya disponible al trabajo diario de gestión y administración.
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Quizás -como efecto colateral de la explosión de las micros- hasta el momento prevalece una actitud frente a la invasión informática, en la cual se da más importancia a conocimientos empíricos y semiprofesionales en equipos y paquetes que al saber como y donde la informática afecta toda la organización de la sociedad, desde los problemas relacionados con los derechos humanos hasta un cambio radical en formas y vías de mantenerse informado sobre el desarrollo dentro y fuera del país, desde la economía hasta el desarrollo en cualquier área de ciencias y tecnología.
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El graduado de la MAESTRIA EN GERENCIA INFORMÁTICA
-- tendrá una base de conocimiento lo suficientemente sólido en la tecnología base (computación) así como las tendencia de su desarrollo para evaluar alternativas tecnologías, sus ventajas/desventajas y costos así como mantenerse actualizado a través medios especializados en el campo (3 Módulos)
-- sabrá analizar el impacto y las consecuencias del uso de la tecnología en su respectiva organización o empresa, tanto al nivel 'micro' (Organización del trabajo) como al nivel 'macro' (Estructuras y Responsabilidades) (3 Módulos)
-- sabrá como y donde aprovecharse de la informática como instrumento de comunicación, información, análisis y presentación, tanto a nivel personal como dentro de su respectiva área de trabajo. (2 Módulos)
-- sabrá evaluar y cuantificar beneficios y costos de la introducción, del uso y de la renovación de recursos informáticos y los procedimientos relacionados con ellos. (Parte de todos módulos)
-- conocerá el ámbito legal del uso de la informática desde la licitación, contratación y compra de bienes y servicios informáticos (incluyendo problemas relacionados con la controversial propiedad intelectual) hasta el impacto del uso de la informática en los derechos civiles y políticos tomando en cuenta el derecho nacional e internacional. (2 Módulos)
Como ven, solamente la parte menor tiene que ver con capacitación en tecnología. La propuesta está relativamente completa, es decir con descripción de los módulos de estudio, de la organización hasta un cálculo de costos de inversión y sostenibilidad. La Maestría la se proponía en Julio 1994 como oferta tanto a la UCA como al INAP, sin que hasta la fecha hubiera repuesta ninguna.
Para finalizar, concuerdo con que un nivel mayor de transparencia y accesibilidad a la información acompañado de un proceso de control público de dicha información a a través de la Sociedad Civil podría mejorar calidad y por tanto confiabilidad y por ende confianza. No obstante esto requería de un cambio profundo en la política de recolección, divulgación (o publicación) y aprovechamiento de información en todo los niveles
Pienso que, el soporte principal de un Sistema de Información Nacional por tanto debe ser la misma Sociedad Civil emergente y no el estado ni mucho menos el gobierno. Al fin hemos eliminado censura y estamos eliminado propaganda como oficio estatal, es decir hemos convertido la libertad de informar de un principio abstracto constitucional a una realidad vivida -con un aporte por la Señora Presidente en persona que no pueda sobreestimarse. Pienso entonces, que no sea conveniente establecer la recolección de información como oficio estatal si no al contrario, debemos en igual forma convertir el precepto constitucional -informarse- en realidad viva y vivida.
Por tanto, cualquier comisión, consejo o que sea de un Sistema Nacional de Información debería ser institución pública, con participación directa de todas las esferas de la sociedad, y definitivamente no debe ser un institución del estado, aún más como le corresponde a esta institución fiscalizar los esfuerzos del estado en la recolección y distribución de información. Es más, podría ser conveniente, sacar instituciones como la Biblioteca Nacional y el INEC de la esfera estatal, dando les estatutos de fundaciones públicas, donde el estado y sus poderes tendrán participación en los consejos de dirección pero no sean los amos.
Nadie puede elegir donde nacer, ni en que país ni en que casa ni de que padres. Por tanto no es ni culpa ni merito que nací y crecía literalmente con la computadora: La conocí, cuando tenía 4 años, en los laboratorios donde trabajaba mí padre, co-constructor de las primeras computadoras alemanes. Al bachillérame, tuve la oportunidad de calificarme como Técnico superior en Programación en una de las maquinas aquel entonces más grande de Alemania. Y después de concluir mis estudios de Matemática pura, me convertí en cofundador del Instituto para le Tecnología de la Software del recién establecido Centro Nacional alemán de Investigación en Informática, obteniendo con otros 3 fundadores de este instituto los primeros cuatro diplomas en Maestría en Informática en la historia de la Universidad de Bonn. Nada de esto constituye merito alguno sino cuando mucho merito de mis padres y de los que me apoyaron.
Por otro lado solamente unos pocos se ven en la necesidad -tanto obligación como oportunidad- de decidir en que país y para que país criar los hijos. Ahí si he tomado un decisión consiente, de criarlos en y para Nicaragua. Entonces con todo lo que esto implica, Nicaragua es y será el país de mis hijos. Por tanto me quiero disculpare con Ustedes, si o mi condición de origen alemán o la preocupación por el país que voy a dejar a mis hijos, me llevan a veces a amarguras y observaciones polémicas: No era ofensa la intención, cuando hay que poner el dedo sobre las llagas, para que conjuntamente mejoramos este país para nuestros hijos. Con más que 9 años de trabajo como formador en la UNI y muchas actividades mas allá del claustro universitario, por lo menos he intentado cumplir con la patria de mis hijos.
Cornelio Hopmann, Dec. 1995 cornelio@sasa.com.ni