miércoles, 31 de julio de 2013

#futuroINSS: El futuro del INSS y el Tsunami Transición demográfica

En las dos entregas anteriores he intentado a explicar por qué el INSS –respectivamente más general un sistema público de pensiones- ni puede ni debe funcionar como una Caja de Ahorros, no obstante que el principio del Tratado tácito inter-generacional –yo pago hoy las pensiones de los jubilados de hoy en la expectativa que la próxima generación haga lo mismo conmigo- ya lleva al INSS –dejado solo- al borde de la quiebra precisamente por el loable afán de garantizarle a cada adulto mayor condiciones mínimas para una vida digna .

En esta entrega vamos a estudiar un fenómeno ineludible y ya inevitable –la Transición demográfica-, la que en pocos años cambiará en forma drástica y dramática los supuestos globales para el funcionamiento del INSS -o cualesquiera otro sistema o mecanismo para procurarles una vida digna a los adultos mayores-, cambio tan drástico que en retrospectiva la relativa bonanza del INSS entre 2002 –cambio de la tasa de cotización- y el 2008 –inicio de la divergencia entre pensión mínima y salario promedio- nos parecerá como la retira del mar antes que vuelva como Tsunami.

La base del análisis es la siguiente gráfica, que a la vez resulta de las proyecciones de la CEPAL -Comisión Económica [de las Naciones Unidas] para América Latina y el Caribe- que a la vez procesa y proyecta los datos proporcionados por las entidades nicaragüenses de estadísticas, INIDE –Instituto Nacional de Información de Desarrollo- y sus precursores.

tsunami

Visto desde la escala izquierda, se observa que durante las primeras décadas, el grupo de menores de 15 años y el grupo entre 15 a 59 años forman el grueso de la población, mientras el grupo de los apenas llega al 6% de la población en el 2005. el grupo 15-59 es el grupo que en teoría sostiene a los otros dos, sea a hijas e hijos, sea a padres ya ancianos.
Ya en 1985 se inicia el dramático descenso del grupo de menores del 47% en este momento hasta llegar a solo el 17% en 2055, o sea hay cada vez menos hijas e hijos en las familias. Por el otro comienza un ascenso temporal del grupo 15-59, iniciándose en un 49%, llegando en el 2035 a un tope en un 64% para bajar de nuevo terminando en 2055 en un 59%. Este auge ha creado en las familias una percibida mejora económica relativa, hay menos niños que atender y hay más que contribuyen al presupuesto familiar, digo percibida, porque otras estadísticas muestran claramente que el ingreso por familiar trabajando se ha mantenido estático hasta ha bajado.
El tercer grupo de los mayor que 60 –o adultos mayores- inicia su ascenso hasta en el 2005, comenzando en un 6% para llegar en una curva cada vez más ascendiente hasta un 24% en el 2055.

Ya hemos discutido los primeros efectos de este ascenso en la 2ª entrega, pero al verdadero impacto lo desvela la escala al izquierdo, que muestra la cantidad de adultos potencialmente activos por cada adulto mayor.
Durante el primer medio siglo de existencia del INSS, esa cifra ha variado poco: en 1955 hubo 11.8 activos por cada adulto mayor, en el 2010 9.6. Pero de este año en adelante comienza una caída rápida, para llegar –si se mantiene vigente las definiciones actuales- a solo 2.4 activos por cada adulto mayor en el 2055.

Dicho de otra forma, el Tsunami de los adultos mayores está por ahogar a los económicamente activos, siempre y cuando no se tome en cuenta que estos últimos a la vez tendrían que procurar por cada vez menos menores, dado que al inicio del periodo en 1955 hubo 1 adulto activo por cada dependiente –niño o anciano- y al final en el 2055 habrá 1.4 adulto activo por cada dependiente.

Sin embargo éste cambio en la estructura de la dependencia social debe llevar a cambios correspondientes en las estructuras de atención, si se quiere evitar escenarios dantescos de centenares de miles de adultos mayores –los que hoy tienen solo 28 años o algo más- deambulando por calles y comarcas en búsqueda de techo, comida y por ende al menos un lugar donde morir dignamente y no como animal.

El cambio en la demografía anda mano a mano con un cambio igualmente irreversible en las estructuras familiares.

  1. En la generación de mis suegros –respectivamente en la generación de mis bisabuelos- existía aún la familia numerosa, con 6 a 10 hasta más hijas e hijos. Pero esta familia no era una unidad aislada –padres y hijos- sino insertada dentro de un enjambre local de primas y primos, cuñadas y cuñados, tías y tíos, sobrinas y sobrinos, donde todos vivían mas o menos cerca y todos hacían para vivir cosas mas o menos similares. El enjambre funcionaba por tanto como una red familiar local de protección social, compartiendo recursos y necesidades emergentes.
  2. En la generación de mi señora, los que tenga hoy 50 años o más, .-respectivamente en la generación de mis abuelos- las estructuras ya cambiaron. Mejores niveles de educación llevaron a mayores niveles de especialización en formación y trabajo, los que a la vez se combinaron con migración interna y en menor grado externa. La familia deja de funcionar como unidad económica entre padres y hijos mayores, mas aún cuando su cantidad se reduzca a 4 o menos. Ya no se vive cerca ni mucho menos se hace lo mismo, por tanto el enjambre familiar deja de funcionar como red natural de seguridad social, aunque sigue aún vivo e imprescindible para sobrevivir en casos de emergencia o necesidad. Es así que mis 6 cuñadas y cuñados les atendieron a mis suegros en sus últimos años, mientras mis padres, estando lejos de sus hijos, vivieron en su apartamento respectivamente casa, contando con ayudas procuradas por el Seguro Social alemán.
  3. En la próxima generación, los que tengan hoy entre 25 a 50 años, –respectivamente la generación de mis padres-, ya se estableció la familia como unidad entre algunos mayores de edad .-los padres- y menores de edad o dependientes aún por las fases extendidas de formación profesional. La cantidad de hijos se reduce a 2, raras veces 3, a veces ya ninguno. Esta familia ya solo depende de los ingresos de sus mayores y la red familiar de antes interviene solamente en situaciones de extrema emergencia, no atendidas por otros sistemas colectivos, públicos o privados, de seguridad social.
    En el caso de Nicaragua se da una particularidad adicional: la emigración masiva fuera del país que sustituye la asistencia directa anterior a padres u otros parientes cercanos por remesas. Hasta la familia núcleo se desintegra geográficamente, trabajando una pareja afuera mientras la otra se queda cuidando a los hijos.  Se da además el fenómeno de abuelos que hacen de padres, es decir cuidando a los nietos como si fueron hijos, mientras los padres trabajan en el exterior manteniendo tanto a abuelos como nietos –sus padres y sus hijos- por medio de remesas.
  4. Cabe señalar que la emigración complica las perspectivas para los sistemas públicos de Seguridad Social nicaragüenses. Por un lado los emigrantes no aportan a ellos, sin embargo ellos tienen que encargarse de los adultos mayores de la generación anterior mas a la pareja respectivamente los hijos en el caso de un núcleo partido. Por el otro podría darse un reflujo masivo de emigrantes llegados a la edad de jubilación, en el caso óptimo porque puedan vivir mejor acá gozando de una pensión de allá pero en el caso peor -en particular de aquellos emigrantes que no lograron a tiempo o no lograron de todo a afiliarse a los sistemas públicos de Seguridad Social en los países receptores- con fondos insuficientes para sobrevivir aún acá.

Resumen:

  1. El Tsunami Transición Demográfica afectará –y ya comenzó a afectar-  de fondo los supuestos conceptuales mismos del INSS.
  2. Pretendiendo a resolver estas afectaciones solo a nivel de reformas paramétricas –esto son cambios en tasas, en cuotas, en requerimientos para la jubilación, en el cálculo de las pensiones- es una piadosa ilusión en el mejor de los casos, más probable un cínico intento de vil y cruel engaño, que reventará antes del 2020.
  3. Ni quiera hay forma de atender el problema solo manteniéndose dentro de los mecanismos acostumbrados del INSS, sino que se deba tomar en cuenta la suerte fatal segura para todos aquellos que no cumplan las condiciones –viejas o reformadas- para recibir una pensión mínima suficiente para una vejez digna; hoy por hoy el 80% de los adultos mayores, a los que aún se les resuelvan a media los remanentes de las redes familiares, los que en el 2055 en definitivo no habrá.
  4. Carga esta funciona de asistencia social propia- y constitucionalmente del estadotal como ya se hace con la pensión regular mínima garantizada y se pretende a hacer con la pensión mínima reducida- o lleva a la quiebra del INSS –incapacidad de pago para pensiones regulares- ya antes del 2020 o –si se quiere compensarlo por un incremento a las tasas de cotización por los activos- equivale a una vil estafa, puesto que se comería el incremento ya necesario para cumplirles en su jubilación a los que se ahora se quiere aparentemente exprimir con este aumento de compensación.

lunes, 29 de julio de 2013

#futuroINSS: el INSS descalabrándose por una dinámica fatal

En lugar de ir más por las ramas, ahora voy al tronco por medio de una sola gráfica, ojalá accesible para todo el mundo interesado. La gráfica se basa en el Anuario oficial del INSS para el año 2012.

Ya conocemos la formula simplificada de liquidez para el INSS, o sea cuanto deba ingresar para que se pueda pagar.

ju*pepm [+/- exdef] = ac*appm – gop [+in +apes]

Donde ju es la cantidad de jubilados, pepm la pensión promedia, exdef excedente/déficit, ac la cantidad de afiliados, appm su aporte promedio, gop el coste de operación, in ingresos por interés, apes el aporte del estado.
Ya hemos tomado conciencia que el lado izquierdo de ésta ecuación –lo que se paga en pensiones- y el lado derecho –lo que se cobra a los que coticen, menos gastos operativos- tiene que estar en principio balanceados, sino –en particular si se paga más que se cobra- habrá déficit, que a la fuerza se tendrá que cubrir de otros lados.

Ahora bien, lo que importa entonces NO son valores absolutos sino los cambios relativos año tras año, tal que una variación al lado izquierdo tiene que estar acompañado por un cambio similar al lado derecho. Por tanto, da igual si pongamos todos los valores en 1 para un año de referencia –en éste caso el año 2004- y veamos como el valor de cada elemento se ha cambiado del 2004 hasta el 2012.

drama inss

Comenzando en la gráfica desde arriba, observamos que HOY se paga 4.51 veces en suma total de pensiones –solo pensiones del IVM-, pero que la suma salarial de los afiliados permite solamente cobrar 3.73 veces lo que se cobró en el 2004.

ESTO ES INSOSTENIBLE, nadie puede pasar de un gasto de 100 C$ a un gasto de 451 C$, cuando sus ingresos solamente suban de 100 C$ a 373 C$, faltándole por tanto 78 C$ para llegar a su nivel de gastos.

Para los subjetivos, los críticos, los políticos y los mágicos: esta brecha NO es culpa específica de éste gobierno en especifico, ni se debe a costos de administración demasiados altos, ni inversiones mal hechas ni quiera a desvíos ni desfalcos ni robos, sino a la ineludible transición demográfica por un lado –que hace que crezca rápidamente la cantidad de adultos mayores-, y al desde cualquier punto de vista completamente insuficiente desarrollo de la economía pro el otro lado.

Lo demás –lo que sospechan los mencionados- viene ENCIMA complicando la situación aún más, pero aún resolviéndolo por completo, NO se resuelve el problema de fondo: una creciente brecha entre ingresos y egresos del INSS.

Ya sabemos, que la suma pagada en pensiones se multiplicó por 4.51 pero que la suma sobre la cual se cobra solamente por 3.73, o sea una brecha ya a corto plazo –que corto veremos en la próxima entrega- INSOSTENIBLE, menos aún si se ampliase esa brecha cargando al INSS también el pago de la justa pensión reducida –lado izquierdo- sin que se le aumentase en forma proporcional los ingresos por el otro lado de la ecuación.

Para el análisis recordemos que en ambos lados tenemos productos: al izquierdo el producto entre el número de jubilados y la pensión promedia, al derecho el número de asegurados por el salario promedio.

Regresando a la gráfica, observamos que la pensión promedia ha crecido por el factor 2.76, pero el salario promedio solo por el factor 2.09. Ya hemos tratado éste fenómeno en una entrega anterior: la pensión regular está acoplada al salario mínimo y los salarios mínimos –véase las estadísticas del BCN- han crecido más rápido que los salarios promedios.

Hay otro elemento más: el INSS se ha extendido, pero hacia sectores salarios más bajos mientras llegan a su edad de jubilación personas como yo con –en los rangos del INSS, que llega hasta 1,500 US$- salarios altos. Eso podemos ver más abajo en la misma gráfica: al final hoy hay 1.79 veces más asegurados y solo 1.63 veces más jubilados, o sea ligeramente se afiliaron más nuevos cotizantes que haya nuevos jubilados.

Hay otro dato interesante, que sostiene lo anterior: el número de empleadores crece del 2004 al 2008 por un 44%, para continuar del 2008 al 2012 con un crecimiento por un 33%. Como tanto una empresa ZF con 2000 empleados cuenta como UN empleador como una micro-empresa con 5 empleados, el crecimiento se debe en gran medida a la expansión de las MIPYMES formalizadas y la extensión del INSS hacía éstas.

Pero veámoslo aún más de cerca: el número de jubilados muestra un crecimiento por un 22% del 2004 hasta el 2008 y del 2008 al 2012 un 33%, crecimiento creciente precisamente por la transición demográfica: mas adultos llegan a la edad de jubilación y los adultos mayores aún disfrutan –ojala- mas años de vida como antes.

Aquí nos referimos como jubilados solo a los que reciban una pensión por vejez del INSS. De hecho el INSS paga en este mismo reglón también pensiones por invalidez total y parcial así como pensiones a sobrevivientes –viudas, huérfanos, padres dependientes-. La gráfica muestra entonces también la variación en la suma de todos los pagos,  en lo que se le paga a estos otros beneficiados y por ende la variación en el número de beneficiados.

Ahora el número de afiliados creció del 2004 al 2008 por un 42% -esto coincide probablemente con la fase expansiva de las Zonas Francas-, pero del 2008 al 2012 solamente por un 26%, esto es 8% MENOS que el crecimiento del número de jubilados en el mismo tiempo.

Si regresamos a las curvas para la suma de pensión y la suma salarial, vemos el efecto combinado: hasta el 2008 la suma salarial crece aún más rápido que la suma de las pensiones, pero del 2008 en adelante se dispara la suma de las pensiones, quedándose rezagado la suma salarial.

Resultan 3 preguntas al respecto:

  1. ¿Cómo se metió el INSS en esta dinámica fatal? ¿Nadie se dio cuenta a tiempo?
  2. ¿Cómo logró a sostenerse hasta éste momento y cuáles son las perspectivas?
  3. ¿Qué se pueda y se deba hacer al respeto?

Cabe señalar que estos son solamente los problemas mas cercanos, una pequeña tempestad, el huracán categoría 6 vendrá después y ya se está formando con rumbo a Nicaragua.
Pero para entender esto, tenemos que mejorar aún bastante más nuestro modelo y entendimiento del cómo funciona el INSS más como su funcionamiento fatal corresponde al diseño original agravada por las buen intencionados pero mal calculadas y mal implementadas reformas después.

#futuroINSS: el INSS NO funciona como una Caja de Ahorro

El INSS no funciona como una Caja de Ahorro, sino como un contrato tácito entre generaciones enteras: la generación que aporta hoy, paga las pensiones de la generación ya jubilada hoy, en la expectativa que la nueva generación de mañana les pague cuando ellos mismos estén jubilados mañana.

Por tanto: la plata, que aportaron ayer las abuelas y los abuelos reclamantes de la pensión reducida, ya no está, sino que en gran medida fue usada ayer para pagar las pensiones de ayer.

Eso no le quita derecho a su reclamo -nosotros cumplimos entonces que a nosotros se cumpla- ... pero solo por derecho no se resuelva la pregunta: ¿de dónde va a salir la plata hoy para pagar a ellos hoy? mucho menos la pregunta ¿de dónde va a salir la plata mañana para pagar mañana a los que aporten hoy ?

1ª aproximación a las matemáticas de la Jubilación: Algebra y Aritmética de las pensiones

Hay entonces unos sabios diciendo si el INSS hubiese operado como una Caja de Ahorro, entonces hubiera hoy las reservas para pagar. Mas aún andan diciendo El INSS si tenía la plata, pero se descapitalizó al INSS desviando y desfalcando los fondos; por eso ahora no hay donde agarrar.

Veremos, hasta donde éste planteamiento pudiera tener fundamento.

Desafortunadamente tenemos  meternos a algunas formulas, en particular la fórmula del interés compuesto y de la acumulación en cuotas, que fueron desarrolladas a finales del siglo XVIII, precisamente para las primeras aseguradoras. Son normalmente materia del último año de la secundaria pero dudo, que todos las tengan aún presente.

Nos interesa ¿cuánto capital Z –en múltiples del salario- tendría acumulado una persona, que año tras año depositaba X % de su salario a una tasa Y % de interés compuesto durante N años? 

inns1



La formula correspondiente es una variante de una serie geométrica:

Vamos a hacer el cálculo solamente para 15 años, o sea el mínimo que se requiere ahorita para obtener una pensión regular.

Aquí los resultados:

Interés anual

2%

3%

6%

8%

% del Salario

       

5%

0.88

0.96

1.23

1.47

11%

1.94

2.11

2.71

3.23

20%

3.53

3.83

4.93

5.86

Para leer la tabla: alguien que de ejemplo aportó el 5% de su salario anual durante 15 años y a quien se le paga un interés compuesto anual del 2%, después de 15 largos años no tiene acumulado ni el salario de un año. Al otro extremo, alguien que ahorró el 20% y logró a colocarlos al 8%, a final de 15 años tiene casi 6 años de salario acumulados. Por cierto una tasa estable del 8% sobre inversiones con garantía –no se pierde nunca lo ahorrado ni sus intereses- hay solamente en el país de las maravillas.

Cabe señalar, que muchos fondos privados de pensiones en los EU lo intentaron antes del 2008, invirtiendo en supuestamente garantizados paquetes de hipotecas con alto rendimiento. El resultado se llama Crisis Financiera Mundial, y dichos fondos perdieron miles de millones de dólares en fondos acumulados para las pensiones de sus afiliados.

Concentrémonos en el caso del 11% -el aporte actual para el programa IVM del INSS-, entonces lo acumulado varía entre 1.94 salarios anuales como mínimo a hasta 3.23 salarios como máximo.
Si nuestra persona recibió salario mínimo, entonces al jubilarse tiene derecho a recibir a 2/3 de este salario mínimo como pensión –de hecho aún más pues el salario mínimo y por tanto la pensión mínima se ajusta hasta arriba cada año- sin embargo lo ahorrado en el peor caso da solamente para un poco menos de 2 años de pensión y en el caso maravilloso por un poco más que 3 años, o sea jubilándose a los 60 debería morirse en cualquier alternativa antes de los 64 para morir con pensión.

Al otro extremo, una persona que aportó una cotización equivalente al máximo -1,500 US$- tiene derecho a recibir al menos el 40% de esto, entonces estará algo mejor: podrá vivir con pensión hasta casi los 65 años en el peor caso y hasta los 68 años en el caso maravilloso. Pero nadie, nadie llegará ni a los 70 “con pensión” en base de un sistema de ahorro individual por 15 años al 11% de aporte mensual como ahora.

No obstante hay jubilados con pensión mínima con más que 64 y mucho más allá, y yo –por ejemplo- espero llegar a algo como los 75 años -aún menos que mis padres y mis abuelos, quienes murieron a casi los 80- y aún tengo –aunque limitadas- esperanzas que sea con pensión del INSS.

Resumen: aún si el INSS funcionaría como una Caja de Ahorro excelente, nunca perdiendo nada en sus inversiones y pagando tasas decentes hasta altas de interés, hoy por hoy muchos jubilados ya hubiesen agotado sus ahorros, en particular el 60% que reciba pensión mínima, ni hablar de los que ni quieran completaron 15 años con salarios bajos, o sea las abuelas y los abuelos, con quienes comenzamos.

Caben entonces varias preguntas:

  1. ¿Cómo lo hace el INSS –y de paso casi todos los sistemas públicos de pensiones- para seguir pagando aún cuando los fondos –si fueran de ahorro- ya se hubiesen agotados?
    [de las bondades extra como los ajustes anuales por deslizamiento o del ajuste anual de la pensión mínima de acuerdo al ajuste del salario mínimo ni hablar]
  2. Más aún ¿cómo lo hace el INSS, tomando en cuenta que el aporte hasta el 2000 era solamente el 5%? [eso incluye a muchos del grupo en cuestión]
  3. ¿por qué entonces la cosa funcionó por tanto tiempo y hasta ahora se dice que hay problemas serios?

Espero que ya quedó claro, que el origen del problema no está en descapitalización por mala administración, malas inversiones, desvíos y desfalcos que complican pero no causan el problema.
Para acercarnos a las causas verdaderas, usamos otro pedazo de matemáticas, esta vez una ecuación como en la Física o en  los Balances contables.

2ª aproximación a las matemáticas de la Jubilación: ecuación simplificada de liquidez INSS

Ya sabemos que los que aporten en cada momento –hoy-, pagan a los jubilados de cada momento –hoy-. No obstante el INSS no puede distribuir a jubilados lo que no tenga en caja, y tiene solamente en caja a lo que haya entrado a ella primero. Esa relación da origen a la siguiente ecuación:

jubilados * pensión_promedia [+/- excedente/déficit ] =
activos * aporte_promedio – gastos_operativos [+ intereses + aporte_estado]

o en una línea ju*pepm [+/- exdef] = ac*appm – gop [+in +apes]

La ecuación dice: Lo que se puede pagar a jubilados es en principio igual a lo que aportan los activos menos gastos operativos. Si se cobra más que se paga, habrá un excedente. Si se paga más que se cobra, habrá un déficit. Puede haber ingresos adicionales en concepto de intereses ganados por excedentes anteriores y aportes directos del estado.

Revisamos ahora los elementos de la ecuación más en detalle..

Si crece la cantidad de jubilados, debe crecer el aporte para pagar en promedio las mismas pensiones o habrá déficit. Una forma de compensar es ampliar la afiliación al INSS, es decir se debe captar por cada jubilado nuevo al menos 10 asegurados nuevos, que aporten para la pensión de éste jubilado. ¡Ojo! como vamos a ver mas tarde este crecimiento tiene sus bemoles, en que ya no se podrá  crecer mucho más en afilados, pues ya no hay a quién más a afiliar, mientras el número de jubilados con derechos crecerá y crecerá.

El efecto de los aumentos diferentes en salario mínimo y salario promedio.

Las pensiones ya en curso en el INSS suben también anualmente -dice la ley- para compensar el deslizamiento del Córdoba o porque subió el salario mínimo industrial, puesto que este es a la vez la pensión mínima, que se le garantiza a cada jubilado en cada momento. Por consecuente subirán también las pensiones mínimas reducidas, dado que están acopladas al monto de la pensión mínima. Entonces, cada vez que sube anualmente el salario mínimo, tiene que subir también el aporte.

Y ahí encontramos el primer problema estructural: se cobra un porcentaje fijo pero sobre los salarios promedios. Pero los salarios mínimos crecen más rápido que los salarios promedios, debido a que aunque suba el salario mínimo un porcentaje X –digamos 10%- los salarios más altos que el salario mínimo no los suben los empleadores  igual por un X –un 10%- sino solamente por un Y –un 4%, 5%, 8% hasta un 0%, tal que de hecho se viene reduciéndose la distancia entre salarios mínimos y salarios promedios.

Entonces, en vista que ya un 60% de los jubilados reciba una pensión mínima, también las pensiones crecen más rápido que los salarios promedios y su aporte, y se abre una brecha cada vez más grande entre lo que se paga y lo que se cobra. Esto está sucediendo desde 2008, causándole al INSS cada día más problemas, que se aumentarán gravemente con la pensión mínima reducida solo a cuenta del INSS.

Como consecuencia inmediata, la plata para la pensión reducida no puede salir de los ingresos recurrentes del INSS y si se la paga desde las reservas –mas tarde vamos a ver de que se trata-, más temprano –2016- que tarde –2022- no habrá plata tampoco para pagar aún las pensiones regulares por completo.

Adolfo Acevedo: ¿Es posible discutir en serio las reformas al INSS?

Para poder debatir con un mínimo de seriedad la viabilidad financiera del Programa de Pensiones del INSS, uno debe referirse a la evolución de las variables fundamentales que la determinan.

Bajo un sistema financiero de reparto, dicha viabilidad depende de la evolución de la relación cotizantes activos/pensionados, de la relación pensión promedio/salario promedio de los cotizantes, y de la prima o tasa de cotización.

En 2011 hubo alrededor de seis cotizantes activos por pensionado, y la pensión promedio representó alrededor del 53 por ciento del salario medio de los cotizantes.

Dado que la tasa de cotización que equilibra ingresos y egresos es igual a la relación entre el número de cotizantes activos y los pensionados (que fue de seis), dividida entre la relación entre la pensión promedio y el salario promedio (que fue del 53 por ciento), en 2011 la tasa de cotización del 11 por ciento estaba en un punto en que aseguraba de manera aproximada el equilibrio financiero del Programa IVM.

Sin embargo, las proyecciones muestran que este equilibrio no se mantendrá en los próximos años, y menos aún en las próximas décadas.

Todas las proyecciones demográficas (Buró del Censo de los EE. UU., Celade de la Cepal, Banco Mundial) apuntan a que la relación personas económicamente activas/adultos mayores se va a deteriorar con rapidez. Esto se debe a la velocidad del proceso de envejecimiento en nuestros países, que está ocurriendo tres veces más rápido que lo que tomó en los países desarrollados.

Si uno analiza las proyecciones de población por grupos de edad, encuentra que en la próxima década la población de adultos mayores aumentará en 57.3 por ciento, mientras que la población en edad activa solo crecerá en 18.5 por ciento.

Esto significa que las cohortes de cotizantes más antiguas estarán llegando por oleadas, una tras otra, a la edad de jubilación. Cada cohorte de jubilados será más grande que la anterior, debido a que nacieron en períodos en que la tasa de crecimiento poblacional se estaba acelerando.

Pero además, el número de adultos mayores aumentará debido a que la expectativa de vida de cada cohorte ha venido aumentando de manera sistemática.

De manera que, aunque todavía la población es predominantemente joven, el proceso de envejecimiento ya está en marcha, y en las próximas dos décadas cobrará plena fuerza y el número de pensionados por cotizante activo estará creciendo con mayor rapidez todavía.

Por otra parte, la relación pensión promedio a salario promedio ha pasado del 27 por ciento en 1994 al 34 por ciento en el 2000; al 40.5 por ciento en el 2005 y al 53 por ciento en el 2011, lo cual obedece a que la pensión promedio ha venido creciendo mucho más rápido que el salario promedio de los cotizantes activos. Esta tendencia se mantuvo en 2012.

Esto se debe, en buena medida, a que la Ley establece que el INSS debe asegurar una pensión equivalente al salario mínimo a aquellos cotizantes para quienes la fórmula de cálculo que se aplica para determinar el monto de la prestación a recibir, arroja una pensión inferior al salario mínimo.

Dado que el número de pensionados en esta situación corresponde a poco menos de dos tercios del total, la pensión promedio en la práctica se ha indexado al salario mínimo, el cual, a su vez, ha aumentado a un ritmo mucho más rápido que el salario promedio de los cotizantes.

Si usted le mete números a estas tendencias, encontrará que hay un problema muy serio con la viabilidad financiera del Programa IVM del INSS. En los próximos años aparecerán déficit cada vez más grandes, lo cual significa que el Programa IVM ya no será capaz de cubrir los pagos de pensiones con sus ingresos por cotización más los ingresos por intereses.

Este es el resultado básico al cual han arribado todas las valuaciones actuariales que se han hecho en 2004, 2006, 2008 y 2010, independientemente de quién las haya hecho.

Por otra parte, en lo que se refiere a las reservas, el INSS comenzó a acumular superávit globales a partir de que se aumentó la tasa de cotización del 5.5 por ciento al 10 por ciento en el 2000. A partir de allí, según el Anuario 2011 del INSS, las reservas acumuladas pasaron de unos 5,000 millones de córdobas en 2006 a 13,617 millones en 2011.

De acuerdo con dicho anuario, los ingresos por inversiones explican actualmente parte importante de los superávit globales del INSS, lo que significa que, sin ellos, dichos superávit serían menos de la mitad de lo que son.

Sin embargo, debido a la magnitud (creciente) de dichos déficits, una parte cada vez mayor de las reservas se van a tener que utilizar para cubrirlos y eventualmente se agotarán (alrededor de 2021 según las últimas proyecciones).

Desde este punto de vista, las medidas indispensables para mejorar la transparencia, gestión y la liquidez del Programa, incluyendo el pago de la deuda del Estado con el INSS, pueden alargar la vida del mismo por algunos años más. Pero no resuelven, ni de lejos, el problema de fondo.

Esto indica que el problema no es de liquidez, sino que a la larga es de solvencia... a menos que se cambien no solo algunos parámetros, sino lo fundamental: el tipo de empleo que se crea período tras período en Nicaragua.

La Prensa 5 de Febrero 2013 http://www.laprensa.com.ni/2013/02/05/activos/133382--posible-discutir-serio-reformas