Esto es otro texto viejo .. que más sin embargo tampoco perdió su actualidad
Como ya mencionado en una entrada anterior, el modelo preconcebido y subconsciente de sociedad para los nicaragüenses es la sociedad vertical, en la cual -como en un campo magnético- los actores se orientan como dictado por los supuestos polos. Con razón muchos comentaristas hablan correctamente de una sociedad polarizada, cuya característica no es tanto el enfrentamiento entre los polos sino la orientación de los actores, la que les impide interactuar horizontalmente entre ellos mismos.
Este modelo preconcebido determinó también la asimilación de los textos clásicos de los teóricos del socialismo, puesto que de todo el análisis detallado y minucioso de la génesis y del funcionamiento del capitalismo hecho por Carlos Marx, se quedó sincretizado solamente el esquema de la lucha eterna de los oprimidos contra los opresores, mientras el tipo radicalmente diferente de relaciones sociales niveladas y en condiciones formalmente iguales como las establecen la producción industrial encadenada, el libre mercado y la libre contratación no se quedó casi nada, mientras Marx mismo aún supo apreciar este cambio como liberación de relaciones de servidumbre y dependencia personal.
Mientras Marx aún celebra el colapso del autoritarismo paternalista en todas las esferas -familia, religión, sociedad- como logro y avance -sin menoscabar las consecuencias de una liberación incompleta- los adeptos -comenzando con Lenin y no terminando con Castro- intentan prolongarlo en forma del partido de vanguardia liderado por el padrino político omnipotente secretario general. Puesto que de fondo es un concepto pre-científico ergo religioso, no debe sorprender que -como en el caso de Nicaragua- el discurso fácilmente re-incorpora el lenguaje y los esquemas de argumentación religiosos.
Aun cuando hubo aún partido de vanguardia ateo o laico, los enfrentamientos -por eso tan feroces- con la religión institucionalizada eran por quien ocupara la posición del liderazgo político-religioso no por eliminarlo, una batalla que la nueva religión no pudo ganar en ningún lado ni podrá ganarla tampoco en Nicaragua, puesto que va no solo contra las autoridades religiosas tradicionales sino a la vez contra las exigencias objetivas de la libre economía, la que no lucha contra la religión institucionalizada sino anda minando su relevancia real tanto en la vida común como en la vida política.
Vamos a citar -como muestra hasta donde éste padrón de la sociedad paternalista-autoritaria está presente en el pensamiento de algunos, quienes se auto-define izquierda, parte de una entrevista con William Grisby.
Otro tema es el de la retórica religiosa. Yo no entendí sino hasta hace un par de años esa religiosidad presente en el discurso oficial del Frente Sandinista. Un amigo, Tony Solo, me lo explicó muy sencillamente. "Lo que pasa - me dijo - es que durante todos estos años la gente se fue quedando sola: pobre, hambrienta y sola. Y la única cosa en la que se pudo refugiar fue en Dios. Y había un culto o una parroquia que venía a decirle que tuviera calma, que tuviera paciencia, que se resignara, que si se portaba bien las cosas le iban a salir mejor, y que por la vía de rezar, rezar y rezar se iba a curar, porque en el hospital no habían médicos que lo curaran, entonces tal vez la santa le hacía el milagrito..." Para el que tiene resuelta la vida, esto es ignorancia, atraso cultural, etcétera. Pero para el que ha estado en la situación en la que ha estado el pueblo de Nicaragua, es mucho más complejo.
Vos estás en la sin remedio, sin saber qué hacer, estás desesperado y te vas aferrando a esa figura divina. Según estudios sociológicos hechos en Nicaragua, el 96 por ciento de los nicaragüenses consideran que lo más importante es Dios. Yo me sorprendía, porque uno ve compañeros de lucha de los años 80 y de los 70 que hoy en día se han vuelto fanáticos religiosos. Cuando uno comienza a platicar con ellos y a hablar de las historias personales, entonces uno se encuentra con las tragedias más terribles. Los europeos me dirán que "eso es debilidad ideológica". Pues puede ser, pero habría que ponerse en los zapatos de la persona. Yo no he estado en esos zapatos. Antes yo era muy severo en mis juicios sobre esos compañeros y compañeras.
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Lograr comunicarse con un pueblo empobrecido implica, entre otras cosas, hablar con él de esa figura llamada Dios. No te podés comunicar con esa comunidad humana si no hablás su mismo lenguaje. Esto no justifica el que a veces el presidente Ortega y también Rosario Murillo hayan exagerado la nota. A veces se les ha ido la mano con lo de la religiosidad, pero creo que hoy en día, 30 meses más tarde, han moderado esos contenidos y creo que los han colocado en su justa medida.
En torno al tema de Dios se está dando una de las principales disputas ideológicas en el seno de nuestra sociedad: La iglesia católica se había apoderado de la idea de Dios, no sólo como ser superior, sino también como símbolo y representante del poder, como administradores de ese poder. Entonces vienen el presidente Ortega y Rosario y dicen que "cumplirle al pueblo es cumplirle a Dios". O sea, que le están disputando a la jerarquía católica en su propio terreno la cuestión de quién administra el poder divino ¿lo administran ellos, la jerarquía eclesiástica, o lo administramos todos? Esa es una disputa enconada que ayuda a explicar algunas de las reacciones recientes de la jerarquía católica contra el gobierno.
Es así que -tal como ya vaticino Marx en su tiempo- que de lo revolucionario se queda solamente la ética mas las ansias de poder para hacer le bien desde arriba -o sea en forma paternalista- a la gente, como reconoce el mismo Grisby.
JC: O sea, que las tareas de socializar la economía, etcétera, son tareas que quedan todavía más para el futuro...
WGV: Es que los amigos de la izquierda europea olvidan que el socialismo no es un decreto, no es una cosa de mera voluntad política. Tiene que ver, entre otras cosas, con un desarrollo de las fuerzas productivas. A esto hay que sumarle conciencia, capacidad de organización, modelo, metas, etcétera. El desarrollo de las fuerzas productivas en Nicaragua es nulo. En muchos aspectos, Nicaragua aún tiene relaciones precapitalistas de producción, como en el Caribe, en las zonas ganaderas, en algunas zonas agrícolas, todavía hay gente que alquila tierras bajo formas casi feudales. Nicaragua no es Venezuela, y eso que la realidad de Venezuela también es compleja.
Lo que quiero decir es que el socialismo no se decreta, se construye, y ahí está la debilidad del Frente. Porque en la construcción del socialismo, que es una meta del Frente Sandinista, no basta ir resolviendo problemas materiales si no vas creando una conciencia política, de clase. Debido a que el Frente Sandinista dejó de ser un partido político en funcionamiento, con todo lo que eso implica para un partido revolucionario, lo que tenés ahora es que el gobierno va haciendo obras y no hay un instrumento político que acompañe esa resolución de problemas para que la gente vaya tomando conciencia.
O sea en lugar de que -como cuando Marx- la organización de la sociedad corresponde al nivel de desarrollo de su organización y capacidad productiva, ahora crear conciencia en lugar de un acto de desmitificación y ilustración usando la razón y la investigación, resultará -supuestamente- en forma de evangelización por obras.
Curiosamente -casos tanto Polonia como Nicaragua- en una fase transitoria la religión institucionalizada se volvió temporalmente aliado en la defensa de la libertad, para perder hasta después su relevancia real, igualmente el argumento religioso -pero ya inter-denominacional- puede mantenerse como elemento del discurso político -caso los EE.UU.- sin embargo sin definir el contenido concreto de la acción política.
El uso de lo religioso como consigna en Nicaragua va a acelerar este proceso, es decir se va a quedar dentro de muy poco como un cascaron sin que las personas organicen su vida política, mucho menos personal, alrededor de la misma.
Y con todo respeto, el revisionismo de Kautsky y Bernstein en comparación era aún mucho más revolucionario, pues ni propusieron el discurso religioso ni mucho menos la eliminación de las libertades burgueses ya conquistadas, o sea antes que la izquierda europea pienso que William Grisby aún no haya superado la derrota del 1990 al recomendarnos lo plenamente reaccionario como camino.