La verdadera fuerza de la ley proviene de la presión social por los semejantes, no de las armas de la policía, son mecanismos que en ingles se llama peer-pressure y es la fuerza mas poderosa para alcanzar la coherencia de grupos sociales.
Sin embargo a veces me parece como si muchos de los nicaragüense, que conozco, tuviesen algo como un reflejo automático en su pensamiento: siempre cuando algo anda mal, pidan a gritos que venga alguien superior para intervenir. Eso comienza con que haya alguien multando a los que boten basura, pasa por alguien mas arriba que componga a las universidades o ponga al COSEP en su lugar para no terminar en que alguien venga de afuera para cambiar el gobierno. Lógico entonces que se clame en última instancia a Dios a que componga el país entero, solo que ya según la biblia Dios se rehúsa a asumir que los hombres puedan por tanto deban pero se niegan a asumir. Libre albedrío se llama ese parte esencial de la tradición judía-cristiano.
Para ilustrar mi punto, voy a contar dos historias de dos universidades diferentes -UNI, AMCA- a diferentes tiempos -inicios y finales del los 90- con el mismo problema:
¿cómo controlar el tiempo de uso de escasos recursos, en es caso de computadoras, en particular en tiempo antes de la entrega de proyectos respectivamente de parciales?
Yo conocía ese problema de mis propios tiempos como estudiante. Y en mis tiempos de estudiante había en la Universidad de Bonn un sistema muy sencillo y muy efectivo. Había una lista de uso, en la cual uno tenía que inscribirse al momento de usar el terminal con su número (PC aún no había). Cada quien tenía garantizado una cantidad X de minutos, que además varía un poco según la hora del día, tal que a las 7 de la madrugada tenías un hora, pero a las 10, 11 solamente 30 minutos garantizados. Quién venía a buscar un terminal y no encontró a ninguno libre, tenía el derecho -y la obligación- a encontrar en la lista al primero con tiempo vencido, irse a donde él/ella y pedirle amablemente que le cede el uso. El sistema funcionaba y además -en horas de baja demanda, por ejemplo altas horas de la noche- proporcionaba automáticamente más tiempo.
Cuando se abrió el primer laboratorio grande -con 25 maquinas PC-siemens- de la UNI después de las elecciones, un profesor visitante de California propuso ese misma sistema para manejar las reservas, que él igual que conocía de sus tiempos de estudio. Para simplificarlo un poco mas papel era aún raro y caro, se modificó el mecanismo. Se construyó un casillero con 12 casillas -6 por cada 10 minutos de la hora- mas 25 fichas -una por cada máquina- y la idea era que el estudiante en lugar de anotarse simplemente pusiera la ficha de la computadora a la casilla correspondiente. Al no encontrar ficha/computadora libre, tenía que agarrar la primera ficha en la primera casilla "fenecida" y proceder como señalado arriba. Cabe señalar que a mi sugerencia -ya no era Director de Escuela- se pasó la administración y supervisión del laboratorio a la misma asociación estudiantil, justificado entre otros porque los mismos estudiantes por medio de colectas, rifas etc.. habían reunido la plata para equipar un segundo laboratorio.
Pero el Sistema NO funcionó tal que después de unos 18 meses la misma asociación (!!) pidió que se pusiera a una "persona con autoridad" para controlar los laboratorios y su uso. Es papel asumió la "veja" secretaria de la escuela, a la que por su edad -ya mayor que los 40- y sus años de experiencia en el manejo de estudiantes los estudiantes respetaron.
Casi 10 año mas tarde se repite la misma historia en AMCA. Ahí yo estaba como Director del Departamento Computer Information Systems (CIS), que manejaba todos los laboratorios para todos los estudiantes de AMCA. En lugar de casilleros, yo mandé a hacer 4 tableros con 15 casillas, cada correspondiente con su número a una computadora. Estaban hechos del material de pizarras blancas y la idea era que los estudiantes se apuntasen en la casilla con la hora de inicio del uso, con reglas y procedimientos similares como arriba descritos.
En ese caso el sistema ni quiera entró en acción. Varios grupos de estudiantes mandaron una carta de protesta al Academic Dean Douglas Schirch y al Presidente Humberto Belli, diciendo que para ellos resultaría humillante y propenso a conflictos entre amigos y por tanto inaceptable, que se les encargaría a ellos mismos a pedirle a una compañera/a un compañero de clase a que por favor le ceda la computadora en uso. Surgieron hasta contratar por cada uno de los 4 laboratorios CPF para que éstos se encarguen.
Al fin la dirección de AMCA orientó que se mantuviera el sistema de anotarse pero que en lugar de irse directo al compañero se podía pedir de antemano la intervención de uno de los asistentes de laboratorio, intervención prevista en mi reglamento solo para el caso que el solicitado no cediera a la solicitud directa. Y así se hizo. Al final hasta se eliminó el sistema de reserva dinámica pasando a un sistema de reserva estática con un día de anticipación, por supuesto mucho menos eficiente en el uso de este recurso escaso.
Yo he tenido más experiencias propias del mismo tipo y escuchado no sé cuantas historias similares, siempre se trató de la incapacidad de establecer sistemas de auto-regulación y control entre pares sin recurrir a instancias superiores.
Moraleja: en lo general -obviamente no todos- las/los nicaragüense NO están dispuestos a reclamar a uno de los suyos ni ceder a uno de los suyos, aún cuando se intente establecer eso como regla, puesto aparte por supuesto el arrebatárselo por la fuerza, lo que establece quién está arriba, quién abajo.. Siempre debe haber alguien encima . Obviamente así inicia la carrera para ser este encima. Como resultado de esas dinámicas sociales, se obtiene lo que Mitscherlich y Richter llamaron personalidad autoritaria, una persona que, con la rapidez y precisión de una brújula magnética, detecta en cada contexto, quien está arriba (norte) para adularlo, quien está abajo (sur) para menospreciarlo, y a quien se pueda ignorar activa- y pasivamente: los a lado este y oeste.
¿Algo típico solamente de muchos nicaragüenses? ¡NO! así era la mayoría de los alemanes hace apenas una, dos generaciones atrás hasta que -generalizándose tal vez con la generación mía- se aprendió que precisamente la personalidad autoritaria había sido un ingrediente indispensable para facilitar Auschwitz.